la identidad de vesania

Atrapada dentro.
Dentro de mi cuerpo, de mi cabeza, de mi pasado.

Creía estar sola, pero entonces apareció Ella o siempre estuvo allí, oculta, como una sombra, guardiana y artífice de mi locura, mi melancolía, mi depresión, mi manía.

Quiero huir, pero este lugar no tiene puertas ni ventanas, solo espejos que repiten las imágenes que no quiero ver: hay cosas imposibles de aceptar.

A veces no sé si me mueve mi propia voluntad o es Ella quien me manipula. Los límites de mi identidad se desdibujan.

A veces me quedo inmóvil, soy solo un objeto sin voluntad que envejece y se llena de polvo.

A veces mis manos no me pertenecen y no hay nada que pueda hacer, Ella toma las decisiones.

Sigo buscando rincones donde esconderme de Ella y por unos instantes reconocerme, quizá en un sueño, quizá bajo la mesa si procuro no hacer ruido.

No sé si yo le di demasiado poder o Ella lo tomó sin más, pero aquí estamos, en esta noche eterna, haciéndonos compañía la una a la otra.

Atrapada dentro.
Dentro de mi cuerpo, de mi cabeza, de mi pasado.

Creía estar sola, pero entonces apareció Ella o siempre estuvo allí, oculta, como una sombra, guardiana y artífice de mi locura, mi melancolía, mi depresión, mi manía.

Quiero huir, pero este lugar no tiene puertas ni ventanas, solo espejos que repiten las imágenes que no quiero ver: hay cosas imposibles de aceptar.

A veces no sé si me mueve mi propia voluntad o es Ella quien me manipula. Los límites de mi identidad se desdibujan.

A veces me quedo inmóvil, soy solo un objeto sin voluntad que envejece y se llena de polvo.

A veces mis manos no me pertenecen y no hay nada que pueda hacer, Ella toma las decisiones.

Sigo buscando rincones donde esconderme de Ella y por unos instantes reconocerme, quizá en un sueño, quizá bajo la mesa si procuro no hacer ruido.

No sé si yo le di demasiado poder o Ella lo tomó sin más, pero aquí estamos, en esta noche eterna, haciéndonos compañía la una a la otra.